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Mohamed Al-Gafequi: El oculista del pueblo

Actualizado: 20 abr 2022

Repasamos la vida y logros académicos más destacados de uno de los personajes más sobresalientes de la historia de Belalcázar a través del presente artículo elaborado por el miembro de Turdulia y cronista oficial de la Villa, Joaquín Chamero Serena.



Retrato de Mohamed Al-Gafequi. Pintura de Barahona.
Retrato de Al-Gafequi pintado en exclusiva por Barahona para ilustrar la obra de Joaquín Chamero sobre el célebre médico.

Desde la Asociación Cultural Turdulia consideramos necesario reivindicar la figura del célebre oftalmólogo andalusí Mohamed Ibn Qassoum Ibn Aslam Al-Gafequi, hijo ilustre de la localidad de Gafiq (actual Belalcázar), como uno de los personajes más destacados del patrimonio histórico cultural de nuestra población; en una iniciativa que toma, si cabe, más relevancia dada la manifiesta e inexcusable carencia de cualquier tipo de reconocimiento a su persona –bien sea en forma de placa, calle, efigie o memorial– en la que es su localidad natal y que debiera enorgullecerse de contar entre sus vecinos con tan ilustre personaje.


Busto de Mohamed Al-Gafequi. Escultura homenaje ubicada en Córdoba.
Escultura instalada en Córdoba en homenaje al célebre oculista Mohamed Al-Gafequi en el año 1965 con motivo del VIII centenario de su muerte. Es obra del escultor Miguel Arjona y se encuentra situada en la Plaza del Cardenal Salazar, frente a la Facultad de Filosofía y Letras.

Alguien de su extraordinario prestigio e influencia científica –que perduró durante siglos– y cuya obra, basada tanto en sus investigaciones como en su propia experiencia, sirvió de guía oftalmológica a tantas generaciones posteriores y estudiosos de la medicina, merece tener un reconocimiento a la altura en Belalcázar que permita, tanto a sus habitantes como a sus visitantes, conocer su figura, acercarles a su trabajo y rememorar su importante legado. Desde Turdulia estamos trabajando para que más pronto que tarde esta deuda histórica quede saldada.


Mohamed Al-Gafequi, nacido probablemente a principios del s. XII en una fecha aún por determinar, fue uno de los científicos más reconocidos e influyentes de su época. Cursó sus estudios académicos entre Bagdad y Córdoba, lugares que por aquel entonces eran centro de la cultura occidental y paradigma de los principales avances médicos y científicos del mundo. Aprendió de los más sabios y bebió de sus enseñanzas desde joven, optando por desempeñar su práctica oftalmológica tanto en la capital de Al-Ándalus como en otras ciudades cercanas, donde desarrolló revolucionarias técnicas para la operación y tratamiento de las cataratas que le confirieron rápido renombre entre la población y gran reconocimiento en la profesión.


Le Guide d'Oculistique. Traducción al francés de La Guía del Oculista de Mohamed Al-Gafequi por Max Meyerhoff en 1933.
Casi ocho siglos después de ser escrita, su obra aún era traducida a otros idiomas como referencia histórica de la oftalmología. Traducción al francés realizada por Max Meyerhoff en 1933 titulada "La Guide d´Oculistique (Al-Morchid fi´l-kohhl) de Al-Ghâfiqî".

Se trata sin duda de una figura excepcional, de gran impacto en su época y que consiguió ser referencia científica durante siglos gracias a la completa obra que se esmeró en dejar escrita para su hijo. En ella compiló todo el conocimiento científico y práctico que había alcanzado y que no había logrado encontrar por escrito durante sus estudios. Así fue como se gestó su libro "La guía del oculista", reconocido por muchos como el tratado más extenso y completo escrito hasta entonces sobre oftalmología, y que en el artículo de investigación que hoy os presentamos, nuestro amigo Joaquín desentrama parcialmente, ofreciendo datos y revelaciones nunca antes aportadas en sus trabajos previos sobre el autor.


Mohamed Al-Gafequi. Manuscrito original de la Guía del oculista. Conservado en el Monasterio del Escorial.
Fragmento extraído de la copia manuscrita de la "Guía del oculista" de Al-Gafequi que se conserva en la Real Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo del Escorial (Madrid). Pueden observarse dibujados algunos de los utensilios empleados por el oftalmólogo durante sus operaciones, así como los desperfectos sufridos por el libro durante el incendio ocurrido en la citada biblioteca en 1671, siendo dañado tanto por el fuego como por el agua con la que se intentó sofocar.

Sin más, os dejamos con el mencionado trabajo, que esperamos os guste y resulte de motivación y base para futuras y más extensas investigaciones que estimulen el conocimiento y puesta en valor de nuestros personajes más influyentes a lo largo de la historia.



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