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El Tercio español fundado en Belalcázar: Historia del "Tercio del Casco de Granada"

Actualizado: 16 mar

Historia, campañas y méritos militares del Tercio español creado el 22 de abril de 1657 en Belalcázar (Córdoba) bajo el nombre de "Tercio del Casco de Granada", apodado como 'El Arrojado' por su valiente actitud en combate.


Escudo de armas del Regimiento de Infantería Mixto Granada N.º 34, "El Arrojado".
Escudo de armas del Regimiento de Infantería Mixto Granada N.º 34, "El Arrojado".

Pocos conocen la historia de la creación en Belalcázar de esta unidad militar de élite del ejército español con gran tradición histórica a sus espaldas, que fue fundada un día 22 de abril del año 1657, pero que hunde sus orígenes en los diversos regimientos militares dotados con anterioridad en los antiguos territorios del Condado de Belalcázar, creados por requerimiento real para la defensa del territorio nacional y de los intereses de la Corona.



La dotación de regimientos militares en el Condado de Belalcázar


Esta compañía nacida en la localidad de Belalcázar tuvo su más que probable origen en el Cabildo celebrado el 29 de febrero de 1588 en la ermita de Santo Domingo, lugar donde se reunían los concejos del antiguo estado de Belalcázar –compuesto por Belalcázar, Hinojosa del Duque y las aldeas de Villanueva del Duque y Fuente La Lancha– y en el que, por orden del Reino encabezado por el emperador Felipe II, se acordó repartir y levantar una compañía de 300 hombres en este Condado.


El destino de la compañía recién constituida en Belalcázar con 300 hombres en el año 1588 fue nada menos que la famosa 'Armada Invencible', la legendaria expedición militar marítima que el emperador Felipe II envió a Inglaterra para deponer a su reina.

Esta facultad, ganada por el Cabildo con el transcurso de los años, era signo del cada vez mayor grado de autogobierno que alcanzaron los concejos de Belalcázar e Hinojosa del Duque en relación con la autoridad ejercida sobre ellos por su señor feudal, quien mediante enlace matrimonial dispuso cada vez de un mayorazgo más voluminoso que atender. De esta forma nos lo relataba el historiador Luis María Ramírez de las Casas-Deza en su 'Corografía histórico-estadística de la provincia y obispado de Córdoba' (1840):


"Después que los señores feudales dejaron de levantar y fundar gente de guerra a su costa, tenía Belalcázar facultad como cabeza del condado para formar tres compañías de soldados, así de infantería como de caballería, que sirviesen al Rey, las que sacaban de las tres villas de Belalcázar, Hinojosa y Villanueva del Duque y sus anejos; y para elegir los capitanes, tenientes y demás jefes".

El destino de esta compañía recién constituida en Belalcázar fue nada menos que la famosa 'Armada Invencible' (también conocida como la Grande y Felicísima Armada o Gran Armada de 1588), la legendaria expedición militar marítima que el emperador Felipe II envió a Inglaterra con el objetivo de deponer a la reina Isabel I y poner fin al apoyo que los ingleses estaban prestando a los rebeldes protestantes en los Países Bajos y a las incursiones corsarias en el Nuevo Mundo, lo cual amenazaba los intereses económicos del reino. El plan del monarca consistía en lanzar una operación marítima a gran escala que permitiese el desembarco masivo de tropas terrestres en la costa inglesa, contando incluso con el traslado de los Tercios de Flandes a través del Canal de la Mancha, a quienes escoltaría esta flamante flota en su navegación para participar en la invasión de Inglaterra.


Óleo atribuido al pintor inglés Nicholas Hilliard que muestra la flota española ante las costas de Inglaterra durante la batalla de Gravelinas, donde aparece apostado el ejército inglés con la reina Isabel I al frente. Fuente: National Geographic.
Óleo atribuido al pintor inglés Nicholas Hilliard que muestra la flota española ante las costas de Inglaterra durante la batalla de Gravelinas, donde aparece apostado el ejército inglés con la reina Isabel I al frente. Fuente: National Geographic.

Es el propio rey Felipe II quien nos certifica, mediante una carta enviada al Conde de Fuentes el 27 de febrero de 1588 desde Madrid, la formación de esta compañía en Belalcázar, explicando que ha recibido una misiva del duque de Béjar en la que este le informa:


"[...] que en las villas de Béjar, la Puebla de Alcocer y Belalcázar se iban aprestando tres compañías de a 250 infantes cada una, antes más que menos, y que yo le mandase enviar capitanes que las recibiesen y personas con dinero para socorrer la gente; y así he nombrado para este efecto a los capitanes don Beltrán del Salto, Fadrique Cáncer y Lope Vázquez, y con ellos irán pagadores. Y aunque el capitán Barrionuevo, que lleva orden de guiar estas compañías hasta el embarcadero, os avisará del día para cuando estarán en Alcántara…"

Así, sabemos que el duque de Béjar y conde de Belalcázar estaba llevando a cabo una leva en sus territorios para formar tres compañías en Béjar, Puebla de Alcocer y Belalcázar de unos 250 hombres cada una para unirse al capitán Barrionuevo, con quien caminarían hasta Alcántara, para a continuación dirigirse a Lisboa y embarcar en la Grande y Felicísima Armada que el rey Felipe II estaba formando con objeto de conquistar Inglaterra ese mismo verano. Concretamente, la mayor parte de estos hombres embarcaron en la nao 'La Juliana', de la que conocemos que acabó por naufragar el 28 de septiembre de 1588 frente a la playa de Streedagh, al noroeste de Irlanda, y de la que casualmente el pasado año 2015 aparecieron algunos de sus restos, recuperándose del lecho marino nueve cañones en perfecto estado de conservación y otros muchos restos arqueológicos.


Recuperación de uno de los nueve cañones recuperados del pecio 'La Juliana' por parte de las autoridades irlandesas, en el que puede observarse el detalle de la imagen de San Pedro grabada, siendo tradición entonces que cada cañón tuviese una advocación particular. Fotografías: National Monuments Service, Department of Arts, Heritage & the Gaeltacht.

Pese a la sonada derrota que la propaganda británica se ha encargado durante siglos de encumbrar, la guerra se alargó varios años más, hasta 1604, con sucesivas victorias españolas que desembocaron en la firma en Londres de un tratado de paz favorable a los intereses de España. Hasta entonces, Belalcázar siguió acudiendo fielmente a la llamada de tropas requeridas por el monarca, como en julio de 1596, cuando una expedición angloneerlandesa dirigida por Robert Devereux, II conde de Essex, capturó Cádiz, destruyendo la flota española fondeada en la bahía. El rey Felipe II ordenó entonces a sus nobles que reclutasen soldados para la defensa de Andalucía en caso de que los atacantes continuaran su avance por el territorio, organizando el Concejo de Belalcázar un alarde mediante el que ofreció a su Majestad 50 soldados a punto de guerra para acudir en defensa de la Corona, a quienes se unieron los 72 que ofreció Hinojosa, así como los aportados por el resto de poblaciones del condado.


La dotación de regimientos militares en los territorios del condado de Belalcázar fue por lo tanto una práctica habitual para atender los requerimientos de la Corona, aunque no se profesionalizó hasta unas décadas más tarde, con la aparición del Tercio.



Fundación del Tercio y contexto histórico de su creación


El 22 de abril de 1657, ya bajo el reinado de Felipe IV, este cuerpo militar fue recibido a sueldo real y pasó su primera revista en Belalcázar (Córdoba) bajo el nombre de 'Tercio del Casco de Granada', siendo su primer Maestre de Campo D. Sebastián Graneros y Alarcón, en un momento histórico en el que se hacía necesaria la sustitución de las milicias provinciales –con antecedentes en las tropas de la Reconquista– por tropas de carácter regular.


Los Tercios formaban la élite de las unidades militares del Ejército durante la época de los Austrias, adalides de la defensa del Imperio español y famosos por su gran resistencia en el campo de batalla.

El milagro de Empel. Augusto Ferrer-Dalmau. Tercios españoles. Guerra de Flandes.
"El milagro de Empel" por Augusto Ferrer-Dalmau (2015). Tributo al momento en el que los soldados del Tercio español, diezmados y extenuados durante la Guerra de Flandes, descubren enterrada una tabla flamenca con la imagen de la Virgen, a la que se acogen justo antes de la batalla que tuvo lugar el 8 de diciembre de 1585. La milagrosa intervención de la imagen hizo que la Inmaculada Concepción fuese proclamada patrona de los Tercios (actual Infantería Española) y, ese día, Fiesta Nacional.

Por aquel entonces, los Tercios tomaban el nombre de la provincia o territorio donde servían, tomando así el creado en Belalcázar la denominación de 'Casco de Granada' por su despliegue militar en ese lugar, donde comenzó a desarrollar sus operaciones tras ser declarado Tercio Provincial en 1664 y asignársele la ciudad de Granada como lugar para sus asambleas y reclutamiento.


Cabe destacar que la defensa del Reino de Granada y sus costas, desde su conquista por parte de los Reyes Católicos en 1492, fue una necesidad clara del Estado para el mantenimiento del nuevo orden social, político y económico impuesto por Castilla en la región. Desde su llegada, se establecieron guarniciones permanentes de soldados en las muchas atalayas, torres de vigía y fortalezas de origen nazarí que poblaban la zona, apoyadas por distintas compañías de caballería e infantería que actuaban desde el interior y aseguraban el territorio, tanto de las posibles revueltas que pudieran ocurrir por parte de la nutrida población morisca que allí quedó afincada, como de las incursiones corsarias, la piratería berberisca y la siempre amenazante invasión turca, cuya poderosa armada era liderada entonces por el temido Hayreddín Barbarroja (1475-1546).


No obstante, durante el siguiente siglo, la expansión del Imperio español y la política exterior llevada a cabo por los diferentes monarcas que concentraron la mayor parte de las defensas y la financiación en escenarios muy alejados situados al norte de Europa o en la vertiente atlántica, desatendió casi por completo la costa mediterránea, volviéndola vulnerable. Este contexto histórico fue el que propició que el Tercio fundado en Belalcázar fuese destinado a la ciudad de Granada, trasladando de este modo nuevas compañías y guarniciones a la zona para el socorro de la defensa costera cuando esta estuviese comprometida y fuese reclamado su auxilio.


Los Tercios tomaban el nombre del escenario de su actuación, tomando así el creado en Belalcázar el de Casco de Granada por su despliegue militar en ese lugar.

Y es que, los Tercios fueron la unidad militar del Ejército español más destacada durante la época de la Casa de los Austrias, famosos por su gran resistencia en el campo de batalla. Formaban la élite de las unidades militares existentes durante la época del Imperio español, convirtiéndose en pieza esencial de su hegemonía terrestre. Considerados como los herederos de las legiones romanas o de las falanges macedonias, abanderaron el renacimiento de la infantería en el campo de batalla, siendo considerados el primer ejército moderno europeo.


Batalla de Rocroi. Tercios españoles. Augusto Ferrer-Dalmau.
"Rocroi, el último Tercio" por Augusto Ferrer-Dalmau (2011). Recreación pictórica de los últimos momentos de la batalla de Rocroi (1643), librada por los Tercios españoles en el contexto de la Guerra de los Treinta Años y en la que el Duque de Enghien, admirado por la resistencia de los veteranos españoles, permitió a los supervivientes capitular con todos los honores.

Recién constituido, el Tercio fundado en Belalcázar fue destinado con sus 473 hombres a la defensa de la plaza de Valencia de Alcántara en 1657 con motivo de la Guerra de Restauración portuguesa (1640-1668) que se venía librando en las últimas décadas, rechazando en la batalla al cuerpo del ejército portugués liderado por el Conde de San Lorenzo. Al año siguiente, en el marco de esta misma guerra, tomó parte en el sitio de Olivenza (1658), obligándola a rendirse, haciendo lo propio en 1662 con el asedio y toma de Juromenha y la conquista de Crato, así como en 1663 con el sitio de Évora, ciudad a la que también rindió logrando una nueva victoria para las tropas españolas.


Todos estos éxitos militares le procuraron en 1664 ser nombrado Tercio provincial, elevando sus efectivos hasta los 1.000 hombres y asignándole la ciudad de Granada como guarnición para su plana mayor. Así, el Tercio fundado en Belalcázar quedó organizado en 16 compañías, cuyo sostenimiento a partir de entonces pasó a correr a cargo de los fondos de la ciudad nazarí.



Principales hechos de armas del Regimiento


Desde su creación, el regimiento creado en Belalcázar participó en sobresalientes hechos de armas que tuvieron por escenario hasta tres continentes, siendo por ello protagonista destacado de la historia de nuestra nación y ganándose el sobrenombre de "El Arrojado" por su intrépida y osada actitud en combate.


Batalla de Castillejos (1860). Regimiento Granada nº34. Tercio Casco de Granada. Belalcázar. Turdulia.
Litografía de la Batalla de Castillejos (1860), en la que participó el Regimiento de Infantería Granada nº34 a las órdenes del General Prim.

Entre sus principales hechos de armas destacan su defensa de la plaza de Valencia de Alcántara (1657) y los sitios de las ciudades de Olivenza (1658) y Évora (1663) hasta la rendición de ambas plazas durante la Guerra con Portugal, tal y como anteriormente hemos citado; la derrota de las tropas francesas en la batalla de Pertús (1674) y la reconquista de Camprodón (1689) durante la Guerra con Francia; las defensas de Melilla (1689) y Ceuta (1699) contra los rifeños en las Guerras de África o su participación en la Guerra de sucesión española (1704).


Precisamente, el cambio de dinastía le cogió destacado en la plaza de Ceuta, desde donde se incorporó al ejército que defendía al nuevo rey Felipe V de Borbón. En el nuevo periodo, su estructura orgánica se vio afectada por las diferentes ordenanzas que dispusieron la reorganización de toda la infantería española en regimientos de un único batallón, compuesto por 12 compañías que debían sumar un total de 600 hombres, en vez de los casi 3.000 de los antiguos Tercios, quedando así estos definitivamente reformados. Con ello, se puso fin a la tradicional organización de los Tercios –característicos de los Austrias– para convertirlos en los nuevos Regimientos, tomando en adelante la unidad nacida en Belalcázar el nombre de 'Regimiento del Casco de Granada', a la cual se le dotó de un segundo batallón en 1709.


Así, reorganizado como Regimiento, formó parte de la fuerza expedicionaria que contribuyó a la reconquista de Orán (1732); tomó parte en la Guerra de América (1740), cuando su segundo batallón embarcó hacia Cartagena de Indias para socorrer aquella plaza de la amenaza de los ingleses; encabezó la Campaña del Rosellón (1793), para la cual se le dotó de un tercer batallón de cuatro compañías, alcanzando los 2.354 hombres; formó parte del ejército del Principado de Cataluña en la Guerra de la Independencia (1808) contra los ejércitos napoleónicos, donde combatió constantemente hasta el año 1811, cuando después de operar en el Empordà y apoderarse por sorpresa del castillo de San Fernando de Figueres, culminó su intervención en aquella titánica lucha participando en la heroica defensa de Tarragona, tras cuya capitulación, el 29 de julio, los restos del regimiento fueron llevados prisioneros a Francia.


Expulsados los franceses de España y vueltos sus efectivos del cautiverio, volvió a las campañas del continente americano (desde 1814 hasta 1822); luchó a las órdenes del General Prim en la gloriosa acción de los Castillejos en África (1859 a 1860); tomó parte en la 2ª Guerra Carlista en las campañas del Maestrazgo y Navarra; luchó en la Guerra de Cuba desde 1859 hasta su rendición en 1898, y se distinguió muy especialmente con varias acciones tildadas de heroicas en la Campaña del Rif (1921), formando parte de la columna del General Sanjurjo y distinguiéndose muy especialmente en el llamado Combate de Taxuda, donde a la bayoneta consiguió rechazar al enemigo, siendo por ello felicitado por S.A.R. el Infante D. Carlos de Borbón, en nombre de S.M. el Rey D. Alfonso XIII.


Campaña del Rif (1921). Postal. Fotografía. Regimiento Granada nº34. Tercio Casco de Granada. Belalcázar. Turdulia.
Campaña del Rif (1921). Postal. Fotografía. Regimiento Granada nº34. Tercio Casco de Granada. Belalcázar. Turdulia.
Postales de la Campaña del Rif (1921) donde aparecen en acción soldados del regimiento heredero del antiguo Tercio del Casco de Granada fundado en 1657 en Belalcázar.

En 1936, al iniciarse la Guerra Civil, el Regimiento de Granada llegó a tener 21 Batallones en las distintas Divisiones del Ejército, participando con ellos en numerosísimas acciones en todos los frentes, sobre todo en los de Andalucía y Extremadura, pero también estando presentes en las batallas de Brunete, Teruel y del Ebro. No deja de ser, cuanto menos curioso, que durante la contienda, dicho regimiento fuese el encargado de guarnecer las posiciones ganadas en las inmediaciones de la localidad que le había visto nacer casi 300 años antes, Belalcázar, luchando en el frente del Zújar. Muestra de ello son los graffitis que aún perduran en las construcciones militares realizadas en la época, como el de la siguiente fotografía, en la que puede leerse "Viva la 3ª Compañía del 9º Batallón de Granada".



Nido de ametralladoras ubicado en la zona conocida como Pizarra Alta, dentro del término municipal de Belalcázar, desde el cual se obtiene un perfecto dominio sobre el curso del río Zújar, donde quedó establecido el frente durante toda la contienda.

La unidad acabó reorganizándose todavía en varias ocasiones más, teniendo diversas denominaciones y guarniciones a lo largo de su extensa historia hasta alcanzar la definitiva de Regimiento Mixto de Infantería Granada N.º 34 en 1985, con la que finalmente fue disuelta en el año 1994 como consecuencia del Plan Norte, por Orden Ministerial 84/1994, de 5 de septiembre, pasando en ese momento su Historial y Bandera al Instituto de Historia y Cultura Militar.



Símbolos del Regimiento de Cascos Granada N.º 34 "El Arrojado"


El sencillo escudo de este Regimiento no es otro que el de la ciudad que le da nombre y que está incorporado al escudo de España: de plata y una granada natural rajada dejando ver sus granos de gules, y tallada y hojada de sinople. Agrega una bordura de oro y lleva por timbre la corona real. Este escudo, que a tanto comprometía, ha sido digna y heroicamente ostentado durante su larga vida por este cuerpo de infantería.


Hasta seis banderas de este cuerpo se conservan en el Museo del Ejército. La coronela del regimiento de Granada es la bandera de distinción más importante (con nº 21.255), encontrándose esta muy deteriorada y siendo de seda blanca, con un gran escudo de Carlos III, de forma elíptica, algo oblonga, orlado del Toisón de Oro y superado de corona real; ocupa casi todo el campo de la bandera, que en sus esquinas, en posición normal, lleva cuatro escudos de Granada con las iniciales F. Y. (Fernando e Isabel). Una reproducción de esta bandera se encuentra en el tomo III de 'Heráldica e historiales del ejército', del Servicio Histórico Militar.


Las cinco banderas restantes son de colores rojo y gualda con la cruz de Borgoña y el escudo nacional, rodeado del nombre de la unidad, ostentando las corbatas de la de la Real Orden Americana de Isabel la Católica, 3 medallas militares colectivas y otras recompensas, como la Cruz de Distinción de Alcañiz, la de La Bisbal, Sant Feliu y Palamós y la de Tarragona, así como la Cruz de Distinción de Cartagena de Indias y la Medalla de la Campaña de Marruecos.



Coronela y bandera del Regimiento Mixto de Infantería Granada N.º 34

El Regimiento, hasta 1892 reconoció como patrona a Nuestra Señora de las Angustias, patronazgo tradicional confirmado el 30 de marzo de 1968 por el Vicario Castrense.


Tiene también esta unidad un himno propio, siendo este el siguiente:


Campañas militares


El resumen de las campañas militares más destacadas en las que ha participado el Regimiento de Infantería del Casco de Granada es el siguiente:


  • “Guerra en Portugal" (1657-1665): Defensa de la ciudad de Valencia de Alcántara; sitio de Évora y Olivenza; asalto de Juromenha.

  • "Guerra con Francia" (1674-1678): Acciones de El Pertús, Morellàs y Ceret.

  • "Guerra con Francia" (1689-1697): Batalla de Camprodón; acción de Tech; defensas de Palamós y Barcelona.

  • "Guerra de Sucesión" (1704-1706): Concurre en Portugal a la conquista de Salvaterra, el asalto de Castelo Branco y las reconquistas de Portoalegre y Castelo de Vide. Emprende contra Inglaterra la reconquista de Gibraltar, participando en el asedio de esta plaza, y acomete la defensa de Requena ante el ataque de las tropas inglesas.

  • "Defensa de Ceuta" (1720): Participa en la defensa de la ciudad entre los días 9 y 21 de diciembre, liberando la plaza de sus agresores.

  • "Reconquista de Orán" (1732): Expedición para el sitio y conquista de la olvidada plaza de Orán, en Argelia, caída en manos del Imperio Otomano.

  • "Guerra en América" (1740): Socorro de la ciudad de Cartagena de Indias, en Colombia, amenazada por los ingleses.

  • "Guerra en Italia" (1741-1749): Batallas de Campo Santo; Veletri y Piacenza; asalto del paso de "las Barricadas" contra las tropas sardas y guarnición de algunas ciudades de Lombardía.

  • "Guerra del Rosellón" (1793-1795): Conquistas de Arlés y Ceret; batalla de Masdéu; toma de Argelès y Bellegarde; victorias de Trouillas donde toma el sobrenombre de 'El Arrojado' y Thuir; batallas de Montesquieu, Pontós y Bellvert.

  • "Guerra de la Independencia" (1808-1814): Acción de la Cruz Cubierta, Sant Boi de Lluçanès, Molins de Rei y Sant Cugat del Vallès; ataque a Barcelona; batallas de Alcañiz, María y Belchite; combates de La Bisbal, Sant Feliu y Palamós; defensa de Tarragona.

  • "Guerra en América" (1813-1823): Levantamiento del bloqueo de Puerto Cabello; combates de Vigirima y Montalbán; batallas de Tocuyito y Carabobo; defensa de Cartagena de Indias y batalla de Cumaná.

  • "Guerra en África" (1859-1860): Acciones en Sierra Bullones; batalla de Wad-Ras y Castillejos, donde destaca la brillante actuación del regimiento.

  • "Segunda Guerra Carlista" (1873-1876): Campañas en el Maestrazgo y Navarra.

  • "Guerra de Cuba" (1895-1898): Acciones de defensas de poblaciones y escoltas.

  • "Campaña del Rif" (1921-1925): Combate de Taxuda junto a la columna del General Sanjurjo; defensa de Monte Cónico, Alalex y Casa Aspillerada.

  • "Guerra Civil" (1936-1939): Participó con sus veintiún batallones en numerosísimas acciones en todos los frentes, en Andalucía, Extremadura, Brunete, Teruel y Ebro, destacando de forma especial en Sevilla, sectores de Escamplero (Asturias) y Peñarroya.


Condecoraciones y recompensas


El destacado protagonismo que tuvo en algunos de los citados hechos de armas, le confirieron, además del sobrenombre de "El Arrojado" por su intrépida y osada actitud en combate, algunas condecoraciones y recompensas a lo largo de la historia.


Por ejemplo, su participación en la guerra de la Independencia le valió la concesión de las cruces de distinción de Alcañiz, por su actuación en la batalla de este nombre de 23 de mayo de 1809, la de La Bisbal, Sant Feliu y Palamós, por el ataque a estas villas el 13 de septiembre de 1810, y la de Tarragona, por su participación en julio y agosto de 1811 en la defensa de dicha plaza.


La actuación del regimiento en la defensa y mantenimiento de las provincias ultramarinas fue recompensada con la Cruz de distinción de Cartagena de Indias, por la reconquista de esta ciudad en 1815, y con la corbata de la Real Orden Americana de Isabel la Católica por su defensa entre 1820 y 1823 de la isla de Puerto Rico.


Su intervención en la guerra de Marruecos de 1859-1860 fue premiada con la Medalla conmemorativa de aquella campaña y con una corona de oro que le otorgó el ayuntamiento de Cartagena.


Y, por último, en la Guerra Civil, ganó tres Medallas militares colectivas: la primera, a todo el regimiento por su participación el 18 de julio de 1936 en Sevilla al integrarse en el Movimiento que acababa de iniciarse; la segunda, otorgada a la Sección Antiaérea por su intervención en la defensa de sector de Escamplero (Asturias), y la tercera, conseguida por la 2ª Compañía del 7º batallón, por su actuación en el frente de Peñarroya.


El resumen de todas las distinciones obtenidas sería el siguiente:


  • Cruz de Distinción de Alcañiz en 1809.

  • Cruz de Distinción de La Bisbal, Sant Feliu y Palamós en 1810.

  • Cruz de Distinción de Tarragona en 1811.

  • Cruz de Distinción de Cartagena de Indias en 1815.

  • Corbata de la Real Orden Americana de Isabel la Católica por las acciones de defensa de Puerto Rico en 1820 y 1823.

  • Cruz y Placa de la Real Orden Americana de Isabel la Católica, en 1824, por la lealtad y el mérito contraído en favor de la defensa y conservación de los dominios de Indias.

  • Medalla conmemorativa de la campaña de África por su actuación en la guerra de Marruecos de 1859 y 1860.

  • Tres Medallas Militares Colectivas entre 1936-1939 por sus acciones de Sevilla, Escamplero (Asturias) y Peñarroya.



Homenaje y monumento instalado en Belalcázar


Vista a pie de calle del monumento completado con la colocación de los paneles informativos que explican la historia, símbolos y curiosidades del Tercio homenajeado. Fotografía: Luis Gómez Sánchez.
Vista a pie de calle del monumento completado con la colocación de los paneles informativos que explican la historia, símbolos y curiosidades del Tercio homenajeado. Fotografía: Luis Gómez Sánchez.

El 8 de diciembre de 2024, durante el Día de la Inmaculada Concepción, patrona de los Tercios y de la Infantería española, fue instalado en Belalcázar un monumento homenaje al histórico Tercio del Casco de Granada, en conmemoración de la fundación que allí tuvo lugar el 22 de abril de 1657 y en reconocimiento al servicio que prestó a nuestra nación con gran dignidad y honor durante casi tres siglos y medio, hasta que fuera disuelto en el año 1994 bajo el nombre de Regimiento Mixto de Infantería Granada n.º 34.


La iniciativa surgió de la Asociación Cultural Turdulia Belalcazarensis y del Ayuntamiento de Belalcázar, quienes quisieron rescatar este poco conocido pasaje de la historia de la localidad para darlo a conocer a la población y a sus visitantes, ensalzando un episodio más de la extraordinaria riqueza histórica con la que cuenta la villa.


El monumento, que se ubica al final de la calle Sebastián de Belalcázar, resignifica y da nueva vida a un antiguo depósito de agua construido a mediados del siglo XX que dio servicio a la población cuando todavía no existía agua corriente–, pero que desde hace décadas se encontraba totalmente en desuso y bastante deteriorado. Ahora, con motivo de esta iniciativa, se ha reaprovechado su estructura de unos 12 metros de altura para colocar en la cúspide un espectacular cañón de época construido artesanalmente por el escultor local Rafael López Monge, el cual carga de simbolismo el emplazamiento y evoca las épicas luchas que el Tercio realizó en defensa de los intereses de la nación por los tres continentes donde desplegó su actividad.


Reproducción de un antiguo cañón instalado en lo alto del monumento inaugurado en Belalcázar en memoria de la fundación que allí tuvo lugar en el año 1657 de uno de los históricos Tercios españoles. Fotografía: Fabián Bravo 'Kato'.
Reproducción de un antiguo cañón instalado en lo alto del monumento inaugurado en Belalcázar en memoria de la fundación que allí tuvo lugar en el año 1657 de uno de los históricos Tercios españoles. Fotografía: Fabián Bravo 'Kato'.

Bajo el cañón, y aprovechando la estructura octogonal con la que cuenta el antiguo depósito, se instalaron una serie de paneles informativos que ofrecen al visitante información sobre el Tercio, como su historia, sus símbolos, sus principales campañas militares, las condecoraciones recibidas o las diferentes denominaciones que tuvo a lo largo de los siglos, hasta su disolución definitiva en el año 1994, integrado ya como parte de las Fuerzas Armadas españolas bajo el nombre de Regimiento Mixto de Infantería Granada N.º 34.


Asimismo, fue voluntad de los promotores de este homenaje y del pueblo de Belalcázar a través de su consistorio, que este monumento sirva a su vez como memorial a todos los caídos en las diferentes guerras –cualquiera que fuese su bando–, y como llamamiento a "la conciliación y fraternidad entre pueblos y culturas, para que nunca más se repitan las reprobables acciones bélicas que tanto sufrimiento traen, y se imponga por siempre el diálogo y la convivencia pacífica", haciéndolo constar así en uno de los paneles instalados.

Con la presente acción, Belalcázar ha recuperado y ganado para la ciudadanía un nuevo espacio patrimonial y cultural que, sin duda, ayudará a difundir otro episodio más de su excepcional historia.


Imagen completa del monumento colocado en homenaje al Tercio del Casco de Granada, el cual da ahora la bienvenida al visitante del castillo de los Sotomayor y Zúñiga y le acompaña a adentrarse y tener más curiosidad por conocer la historia de Belalcázar y su condado. Fotografía: Raúl Vigara.
Imagen completa del monumento colocado en homenaje al Tercio del Casco de Granada, el cual da ahora la bienvenida al visitante del castillo de los Sotomayor y Zúñiga y le acompaña a adentrarse y tener más curiosidad por conocer la historia de Belalcázar y su condado. Fotografía: Raúl Vigara.

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