Documentado el hallazgo de una nueva estela del suroeste en Belalcázar, que por su datación inicial pudiera corresponder entre los siglos VIII y VII a.C.
Una vez difundida y hecha pública la noticia este mediodía por parte de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, desde la Asociación Cultural Turdulia tenemos el enorme placer de poder anunciar el hallazgo de una nueva estela del guerrero en #Belalcázar.
Interpretación de la estela
Esta estela forma parte de las denominadas estelas de guerrero, halladas en su mayoría en el suroeste peninsular y datadas en la fase final de la Edad del Bronce y la Edad del Hierro, con su espectro más amplio situado entre los siglos XI y VI a.C.
Largo tiempo interpretadas exclusivamente como monumentos funerarios, las hipótesis más recientes defienden su posible función como hitos o marcadores territoriales –que podrían señalizar rutas comerciales o demarcar los límites de un territorio cuyos recursos eran controlados por un determinado grupo–, así como posibles expresiones heráldicas con intención de identificar la pertenencia del sujeto representado a cierto linaje familiar o herencia cultural mediante un aparente lenguaje iconográfico compartido en la época.
Cualesquiera que fuesen sus motivaciones, parece claro que estas estelas dejan testimonio del interés de la sociedad que las creó de marcar su control, siquiera simbólico, del territorio que ocupaban o sobre el que ejercían su área de influencia, y que lo hacían además con intención de perdurabilidad, realizando dichas representaciones sobre soportes pétreos, que podían divergir en sus materiales en función de la litología propia de cada zona.
Aunque se han llegado a encontrar este tipo de estelas en lugares muy dispersos de la geografía, parecen concentrarse en número apreciable en el suroeste peninsular, con especial proliferación en la cuenca del Guadiana, de la que forman parte la mayoría de los ríos de nuestra comarca de #LosPedroches. Es por ello que este tipo de estelas se conocen como “estelas del suroeste”, incluyéndose esta en concreto dentro del denominado grupo ‘Valle del Guadiana-Zújar’, mismo al que pertenece la estela ‘Belalcázar II’ que nuestra Asociación dio a conocer públicamente el pasado año (ver enlace) y cuyo hallazgo se produjo en un lugar muy próximo a este.
Iconografía de la estela
El lenguaje recogido en estas estelas, aunque con matices, parece compartir una misma iconografía básica, plasmando la mayoría de ellas representaciones esquemáticas de guerreros rodeados de su armamento y con diversos objetos personales decorativos o de prestigio.
En lo que respecta a los elementos decorativos que componen la estela ‘Belalcázar IV’, podemos señalar la aparición de una figura humana, extremadamente esquemática, representada por un largo tronco con dos piernas y dos brazos que salen de él, y al que cruza lateralmente por su parte central un trazo oblicuo en representación de una espada a la altura del cinto. A la derecha del guerrero, centran la atención de la escena tres grandes círculos concéntricos que bien podrían representar lo que tradicionalmente se interpreta como un escudo, con una asidera en el centro y un total de 7 puntos dispuestos entre el primer y el segundo círculo. Completando el conjunto, y a los pies de los elementos anteriormente citados, se observa un largo trazo oblicuo que correspondería a la lanza.
Cabe destacar que el tamaño de la pieza es relativamente pequeño para lo que suele ser habitual, teniendo el fragmento encontrado unas dimensiones de 38 x 25 centímetros. Los primeros análisis realizados sobre la piedra determinan que la imagen pudiera tallarse con un cincel de bronce, lo que junto con el posterior análisis que pueda realizarse de los líquenes adheridos a la misma, pudieran ayudar a determinar su posición original y antigüedad.
El hallazgo
La pieza, presentada hoy en el Museo Arqueológico de Córdoba por parte de la secretaria general de Patrimonio Cultural de la Junta de Andalucía, Macarena O'Neill, junto a la delegada de Cultura, Cristina Casanueva, fue hallada en la finca del Trapero –perteneciente al término municipal de Belalcázar– de forma casual por un pastor y su amigo Juan José Benítez Ruiz-Moyano, estudiante de Historia y Patrimonio Histórico por la Universidad de Extremadura, que identificó rápidamente la posible importancia de la pieza.
Ambos se pusieron en contacto con la jefatura de la Policía Local de Belalcázar para informar del hallazgo, dando ésta traslado al personal competente de la Delegación de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, encargados del estudio y conservación de estos restos arqueológicos, quienes una vez visitado el lugar y analizado el inmediato entorno en el que se encontraba, se encargaron de levantar la piedra y llevarla consigo para su estudio.
Fuente: Álex Gallegos/Cordópolis
La estela se encuentra actualmente en el laboratorio del Museo Arqueológico de Córdoba, lugar al que ha sido trasladada para su depósito y custodia y donde se procederá a un mayor estudio y catalogación de la misma.
Sin duda, desde la Asociación Cultural Turdulia nos congratulamos del hallazgo, convencidos que, gracias a la difusión y sensibilización acerca de la historia y arqueología local que tratamos de realizar, hemos colaborado en lo posible a salvaguardar otra pequeña parte del patrimonio de Belalcázar y de Los Pedroches; logrando así salvar del olvido –o incluso de su posible desaparición– otra increíble y espectacular parte de nuestra historia.
Nuestro más sincero agradecimiento y enhorabuena a todas las personas que han formado parte de este hallazgo, así como a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía y en especial a Alejandro Ibáñez, por su siempre inestimable apoyo.
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