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PEDAZOS DE HISTORIA: El argollón de los reos

Actualizado: 14 jun 2019


Desde la Asociación Cultural de Historia y Arqueología Turdulia Belalcazarensis, y en colaboración con el Excmo. Ayuntamiento de Belalcázar, el pasado mes de enero de 2018 recuperamos otro trocito de historia de nuestro pueblo: EL ARGOLLÓN DE LOS REOS.


Según diversos escritos consultados, el que acabase siendo nombrado en 1834 caballero de la Orden de Carlos III, Pedro Jacobo Pizarro y Jaldón Ojeda Rivera y Bayo de Villarejo, natural de Gibraleón (Huelva), Fiscal de la Audiencia de Sevilla y caballero supernumerario, nada más tomar cargo como corregidor de la Villa de Belalcázar en el año 1806, emitió el siguiente edicto del buen gobierno, decretando al poco la recuperación del argollón, tal y como sigue:



Edicto del buen gobierno (1806)


Hago saber, que estando reducidas las obligaciones que me impone mi oficio a promover el bien y evitar el mal, es más conforme a mis deseos el que jamás se cometa este que tratar de su remedio después de haberse cometido. Y para que así se verifique:


Exhorto, requiero y mando a todos y cada uno de los súbditos de esta mi jurisdicción a que cumplan y llenen sus respectivos deberes según la clase y estado en que se hallen constituidos. […] Obsérvense las Leyes; y con sujeción a ellas, obren todos el bien y huyan siempre de incurrir en el mal.


Sea eternamente Belalcázar la emulación de los demás pueblos; y si, lo que no es de creer, habitase en su recinto alguna persona capaz de abrigar en su pecho sentimientos contrarios a estos, auséntese precipitadamente antes de ponerlos en ejecución, pues de lo contrario se le perseguirá con todo rigor y sin la menor indulgencia. […]


Para contener los muchos y reiterados robos que se hacen de todas clases de ganados, colmenas y demás frutos del campo y habiendo de sufrir los reos la pena de sacarlos al público en el argollón por tres días, cuatro horas en cada uno, con la especie robada pendiente de su cuerpo, o al pie de él; con respecto a no haber en esta villa argollón, por haber desaparecido años hace el que había, hágase de nuevo y colóquese donde estaba el antiguo, que es en las esquinas de la Plaza dando vista a la calle Larga y demás que allí se reúnen.


El Corregidor

Pedro Jacobo Pizarro y Jaldón



Seis días después ya estaba instalada. Y ahora, gracias al trabajo desinteresado realizado por los miembros de esta Asociación, vuelve a estarlo, junto con su leyenda, en el mismo lugar en el que lo estuvo siglos atrás y que ahora ocupa la Jefatura de Policía Local.



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