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La alcantarillaíta: el extraño mineral encontrado en Belalcázar único en el mundo

Actualizado: hace 7 minutos

La comunidad científica internacional identifica un nuevo mineral nunca antes documentado en la mina Alcantarilla de Belalcázar (Córdoba), donde ya se detectaron antes otros siete minerales únicos en España.



Fotografía microscópica de esferoides formados por láminas del mineral alcantarillaíta, nombre oficial con el que se ha dado a conocer esta nueva especie descubierta por la comunidad científica internacional. Fotografía: Christian Rewitzer.
Fotografía microscópica de esferoides formados por láminas del mineral alcantarillaíta, nombre oficial con el que se ha dado a conocer esta nueva especie descubierta por la comunidad científica internacional. Fotografía: Christian Rewitzer.

A raíz de la publicación realizada ayer en el Diario Córdoba donde se recogía esta llamativa noticia, desde la asociación cultural Turdulia nos hacemos eco de la misma ampliando su información con los datos conocidos sobre este singular mineral descubierto hace unos años en Belalcázar.


Se trata este de un mineral extremadamente poco frecuente, hallado a nivel mundial solamente en la mina Alcantarilla, de donde obtiene su nombre, la cual se encuentra ubicada la finca de la Ventosilla, dentro del término municipal de Belalcázar, en Córdoba (España) y en la que ya se habían identificado antes otros siete minerales únicos en la península ibérica como a continuación conoceremos.



Definición, localización y propiedades físicas de la alcantarillaíta


La alcantarillaíta, según su descripción científica, es un mineral de tipo secundario que se forma por la alteración de otros arseniuros (probablemente iöllingita) en presencia de minerales de wolframio y cuya fórmula química es [Fe3+0.5(H2O)4][CaAs3+2(Fe3+2.5W6+0.5)(AsO4)2O7]. Dada la complejidad y peculiaridades de su composición química, en la primera publicación realizada por el grupo de científicos alemanes que investigó esta mina en 2016 no pudo identificarse este extraño mineral, considerándose provisionalmente como filotungstita, aunque dejando claro en su trabajo que probablemente se tratara de una nueva especie.



Diferentes ampliaciones del mineral con técnicas fotográficas realizadas con un campo de visión de entre 1,20 mm y 0,60 mm en las que se aprecia la forma de cristalización del mismo. Fotografías: Christian Rewitzer y Bearn Photo.

Transcurrido unos años, ya en 2019, sí que se consiguió validar y describir científicamente como una nueva especie, siendo aceptada entonces por la Comisión de Nuevos Minerales, Nomenclatura y Clasificación (CNMNC) de la Asociación Internacional de Mineralogía (IMA), que aprobó la propuesta de creación de un nuevo grupo de walentaítas, cuyo nombre se basa en el primer mineral del grupo a caracterizar, siendo la alcantarillaíta el miembro más nuevo del mismo. Esta publicación se realizó el 11 de diciembre de 2019 en la revista especializada Mineralogical Magazine (2019), nº83, p.890, entrando así este mineral a formar parte de la lista oficial de minerales bajo el nombre de alcantarillaíta (alcantarillaite, en inglés), por ser su localidad tipo la mina Alcantarilla, sita en Belalcázar (Córdoba), de la que toma su nombre.


En dicho informe se identifica que partes de la muestra del holotipo de la mina Alcantarilla utilizadas en el estudio están depositadas en la Colección Mineralógica Estatal de Múnich (número de colección MSM37182) y en el Museo de Historia Natural de Oslo (número de colección KNR44147), y que los cristales del holotipo están depositados como cotipo en el Colecciones del Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles, 900 Exposition Boulevard, Los Ángeles, CA 90007, EE. UU., número de catálogo 73568.


Su presencia se identificó por primera y única vez en especímenes de la mina de wolframita de Alcantarilla (Belalcázar, Córdoba, Andalucía, España, 38°34′15′′N, 5°3′40′′O), la cual alberga numerosos arsenitos y arseniatos de hierro secundarios, como karibibita, tooeleíta, farmacosiderita y schneiderhöhnita (Rewitzer et al., 2016). Según declara el trabajo, dichos especímenes, incluido el espécimen tipo, se obtuvieron del interior de los cantos rodados de los vertederos de la mina, aunque el mineral también se encontró bajo tierra en una galería mediante la excavación de vainas de löllingita en cuarzo. La alcantarillaíta se observa comúnmente como rellenos de color amarillo limón junto con escorodita masiva en fisuras y grietas del cuarzo adyacentes a la löllingita. También se encuentra en forma de pequeñas rosetas que recubren las cavidades y como esferoides de láminas ultrafinas.



Diferentes formas en las que puede encontrarse la alcantarillaíta según el estudio científico publicado. Fotografías: Christian Rewitzer, Stephan Wolfsried y Bearn Photo.

A partir de investigaciones realizadas en numerosas muestras, las principales asociaciones observadas fueron la alcantarillaíta asentada sobre escorodita, tooeleíta, karibibita y farmacosiderita. La tooeleíta, la karibibita y la farmacosiderita también se encontraron con frecuencia sobre escorodita, aunque las principales fuentes minerales de los cationes en la alcantarillaíta son la löllingita (As y Fe) y la ferberita (W y Fe).


En cuanto a sus propiedades físicas, los cristales de alcantarillaíta utilizados para la determinación de las propiedades físicas se presentaron en forma de láminas ultrafinas y alargadas, con longitudes de hasta 0,1 mm y espesores de tan solo 1-2 μm. Los cristales son generalmente curvados y presentan láminas subparalelas. Son de color amarillo limón con una veta amarillo pálido y brillo vítreo. Son frágiles, con fractura irregular y clivaje perfecto en {100}. Insertamos a continuación el estudio publicado para mayor abundancia.




Contexto geopolítico internacional e historia de la mina Alcantarilla (o Ventosilla)


La aparición de este nuevo mineral en la mina Alcantarilla no hace más que destacar aún más si cabe la singularidad científica de la misma, donde el anterior estudio publicado ya avanzó la existencia allí de otros siete minerales únicos nunca antes documentados en España, como la karibibita, además de azufre nativo con trazas de selenio y pequeños granos de bismuto.



Fotografías microscópicas de algunos de los minerales raros hallados por el equipo investigador en la mina Alcantarilla, nunca antes documentados en territorio nacional. Fotografías: Carlos Utrera y Christian Rewitzer.

Estos datos no dejan de sorprendernos y maravillarnos por la asombrosa riqueza geológica, histórica y cultural de que disponemos en Los Pedroches, donde desde hace unos meses se viene escuchando de nuevo un creciente interés por la reaparición de la explotación minera, promovida sin duda por la actual coyuntura geopolítica internacional y, obviamente, por los intereses económicos de Europa.


La cada vez mayor dependencia de los materiales raros para el desarrollo tecnológico y su inevitable incremento de valor, están provocando guerras como la de Ucrania, que a su vez ponen en riesgo las cadenas de suministro de los denominados minerales críticos, esenciales para la transición energética, llevando a Europa a impulsar nuevos proyectos para la búsqueda y extracción de este tipo de materias primas dentro de su propio territorio al considerarlas de alto valor estratégico.


Los minerales raros hallados en la mina Alcantarilla solo tienen valor a nivel científico, siendo microscópicos y no pudiéndose ver a simple vista.

En este contexto es en el que hay que entender las noticias publicadas en prensa en los últimos meses, donde la propia Junta de Andalucía identifica los potenciales lugares para la excavación y explotación minera en su territorio (véase la noticia 'Córdoba destaca con 559 puntos de tierras raras en el mapa geológico andaluz'), así como el anuncio de los primeros movimientos empresariales que preparan su inminente aterrizaje en nuestra zona (véase 'MINERÍA CÓRDOBA | La búsqueda de minerales en Los Pedroches y el Guadiato arroja «resultados esperanzadores»').


Mapa de minerales críticos publicado en el portal andaluz de la minería tras el desarrollo de un estudio realizado por la Junta de Andalucía. Hacer click para ver con más detalle. Fuente: Junta de Andalucía.
Mapa de minerales críticos publicado en el portal andaluz de la minería tras el desarrollo de un estudio realizado por la Junta de Andalucía. Hacer click para ver con más detalle. Fuente: Junta de Andalucía.

Pese a todo ello, los minerales raros hallados en la mina Alcantarilla solo tienen valor a nivel científico, siendo microscópicos y no pudiéndose ver a simple vista. No fue así a mediados del siglo XX, cuando la mina sí que llegó a tener interés económico por la extracción de wolframio que en ella se hacía, un mineral de alto valor en época de guerras, que resultó estratégico durante la Segunda Guerra Mundial para el bando nazi, quienes lo usaron para el blindaje de sus carros de combate y en las cabezas de sus proyectiles, aumentando con ello considerablemente su capacidad de penetración.


El descubrimiento de esta mina ocurrió de forma accidental al encontrar un cazador un trozo de roca muy pesado y de color oscuro que le llamó la atención. Tras identificarse como wolframita, se hizo “el denuncio” de la mina por el belalcazareño Moisés González Fernández, haciendo la solicitud pública de permiso para su investigación el 5 de mayo de 1953 y obteniendo el visto bueno para la misma del Distrito Minero de Córdoba el 8 de febrero de 1954, con la correspondiente demarcación de terreno y registro oficial bajo el nombre de mina "Alcantarilla".



Acceso exterior a las galerías de la mina Alcantarilla. Fotografías: Asociación Cultural Turdulia.

Fue el 18 de mayo de 1959 cuando se expidió el título definitivo de concesión minera para la explotación de los terrenos, de la que se ocupó una empresa alemana, quien comenzó a trabajar la mina abriendo un pozo en la Cañada de Marimiguel y construyendo instalaciones para los trabajadores consistentes en una casa almacén, una cantina y barracones para quienes prefiriesen pernoctar en la misma. Frente a ellas, en la pendiente de la colina, se instaló maquinaria capaz de triturar y lavar el mineral, existiendo un motor que elevaba el agua desde el pozo hasta la máquina lavadora-trituradora.


La mina dista unos 10 km de la localidad y gran parte de las explotaciones se llevaron a cabo por trabajadores de Belalcázar. A las personas que solicitaban trabajo, la empresa les proporcionaba un pico, una pala y un martillo, pudiendo utilizar libremente la citada máquina, pese a que muchos optaban por lavar el mineral directamente en la cañada.


Miembros de la asociación Turdulia inspeccionando las antiguas minas. Fotografía: Asociación Cultural Turdulia.
Miembros de la asociación Turdulia inspeccionando las antiguas minas. Fotografía: Asociación Cultural Turdulia.

La empresa compraba el mineral obtenido por cada trabajador, después de triturado y lavado. El precio comenzó siendo de 120 ptas./kg, para ir descendiendo hasta unas 80 pesetas al final del tiempo de explotación. En los días de mejor suerte, un trabajador podía extraer hasta 40 kg de mineral limpio, aunque los días menos afortunados podían no encontrar nada.


El terreno de la finca presenta continuas ondulaciones y en las crestas de los montículos aparecen al descubierto filones de cuarzo. Al principio, el mineral se obtenía en la superficie del terreno, excavándose después zanjas siguiendo los filones de cuarzo, así como abriéndose algunas galerías. En las excavaciones aparece el mineral siguiendo filones de cuarzo en estado de disgregación, con dirección predominante este-oeste.



Galerías de la mina Alcantarilla, en cuyo interior se han realizado descubrimientos de alto valor científico al encontrar minerales únicos tanto en la península ibérica como en el mundo. Fotografías: Asociación Cultural Turdulia.

Los materiales adyacentes son granitoides con abundancia de mica blanca. Como material de ganga, además de cuarzo, aparecen arsenopirita de olor característico y otros. Se cuenta que un trabajador encontró dos pepitas de oro cerca de la cañada principal, que baja de la mina, en su confluencia con la de Marimiguel.


Pese a todo ello, la citada mina Alcantarilla tuvo poco recorrido, ya que comenzó como Permiso de Investigación en 1954 y 240 pertenencias (o hectáreas de superficie), continuó como concesión minera en 1959 ya con solo 30 pertenencias mineras, y fue caducada el 25 de agosto de 1961 por falta de pago del canon de superficie de minas. Según cálculos aproximados, durante sus años de explotación pudieron obtenerse unas 30 toneladas de mineral, el cual se exportaba a través del puerto de Vigo. Después de cerrarse la mina, algunos trabajadores locales acudieron a las minas de wolframio y scheelita de Cardeña.



La aparición del mineral único el mundo bautizado como alcantarillaíta sitúa a esta mina como un lugar de referencia mundial a nivel académico. Fotografías: Asociación Cultural Turdulia.


El pasado minero de Belalcázar a lo largo de los siglos


Desde los inicios de la andadura de nuestra asociación hemos defendido que el pasado minero de la localidad y de Los Pedroches debe ser tenido muy en cuenta a la hora de tratar de interpretar y contextualizar muchos de los hallazgos arqueológicos realizados en nuestras tierras, ya que muy probablemente se encuentren estrechamente ligados a la minería y al aprovechamiento de los recursos naturales que ofrece su excelente ubicación geológica.


Y es que la extracción de estos recursos naturales a lo largo de la historia tuvo que tener mucho que ver con la ubicación y emplazamiento de tantos posibles asentamientos como pudieron existir en nuestra región, siendo el motor económico durante siglos de sus habitantes. Sin duda, no resulta posible comprender la importancia histórica de Los Pedroches desde su época más remota, ni la contextualización de gran parte de los yacimientos arqueológicos existentes en nuestro territorio, sin conocer aquello que ha hecho a nuestra región ser pretendida y codiciada por muchos de los pueblos y civilizaciones que han transcurrido por su geografía a lo largo de la historia.


La gran riqueza mineral atesorada bajo nuestros pies ha convertido en algunos momentos de la historia a nuestro territorio en un emplazamiento de especial interés geopolítico cuyo control interesaba poseer dados sus importantes yacimientos mineros, que aportaban gran riqueza y prosperidad a quienes tuviesen la capacidad de explotarlos y comerciar con ellos.


Y llegados a este punto, para quien quiera ahondar en este análisis, dejamos a continuación una serie de enlaces al estudio geológico que publicamos hace unos años usando como base los imprescindibles trabajos del profesor Claudio Rodríguez Rodríguez, los cuales difundimos a través de una trilogía de artículos en el verano de 2019 y que a continuación recuperamos para quien no tuviera posibilidad de leerlo en su día:



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© 2019 por ASOCIACIÓN CULTURAL DE HISTORIA Y ARQUEOLOGÍA DE BELALCÁZAR "TURDULIA BELALCAZARENSIS".

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